Se trata de Andrés Alejandro Ávila, que iba a ser juzgado por un jurado popular pero prefirió recibir la condena y evitar el juicio.
Ávila junto a Alexis Sosa interceptaron a a Daniel Canassone y a una mujer para robarles la moto. Le dispararon a Daniel, que tenía solamente 18 años, y falleció. Según la fiscalía, el disparo lo hizo Ávila.
Cuatro meses después, cuando circulaba en un auto por Autovía Norte, vio a su ex pareja. La persiguieron en el auto, Ávila le disparó y la hirió en una pierna. La mujer, luchando por su vida y aún estando herida, buscó auxilio con un patrullero que estaba cerca y consiguió ayuda.
Como si se hubiesen puesto de acuerdo en matar a su exparejas, Sosa también cometió un hecho similar en el barrio Hipódromo. Fue hasta la casa de la mujer con la que había convivido y le disparó cuando ella tenía en brazos a la hija de 6 meses. La hirió en un brazo.
Las dos tentativas de femicidio ocurrieron con tres días de diferencia, cuando Ávila y Sosa ya eran investigados por el homicidio.
Ambos recibieron una condena de 18 años en la cárcel. Ya estaban en prisión desde hacía más de un año, con prisión preventiva.
El fiscal jefe, Juan Agustín García, explicó que se consultó a familiares de la víctima del homicidio y a la víctima del segundo hecho. Tras el consentimiento de todas las partes, y considerando que “para las víctimas ha sido un proceso largo y doloroso y esto es una forma de darle cierre”, García solicitó la pena de 18 años que finalmente impuso el tribunal.