La obra se realizó por gestión de un párroco que pidió asistencia en dos casos de extrema pobreza. Las familias no son propietarias, sino que se las cedieron en préstamo o comodato.

Las obras fueron gestionadas y construidas en un predio del organismo, luego de un pedido de asistencia de los representantes de la capilla Jesús Misericordioso del barrio Cuenca XV.

La construcción de las viviendas surgió de un encuentro entre el presidente de ADUS-IPVU, Marcelo Sampablo, y los sacerdotes Mauro Cavalieri y Francisco Flynn. Los párrocos solicitaron asistencia para dar respuestas a diversas situaciones, entre ellas la de una joven madre con seis niños y para otras tres mujeres, todas ellas en estado de vulnerabilidad.

Además de ejecutar las viviendas se acordó el trabajo en común con otros organismos del Estado, para articular asistencia y brindar un abordaje interdisciplinario a las beneficiarias.

“Esta gestión forma parte de la política pública del IPVU que atiende a priorizar las situaciones de vulnerabilidad extrema y en este caso se ha buscado focalizar la necesidad en encontrar estos grupos necesitados”, explicaron desde el organismo.

Respecto a los detalles de la obra, se contempló la ejecución de dos viviendas tres dormitorios, con una inversión estimada de 11.756.550,16 pesos aportados por el gobierno provincial. Se trata de unidades habitacionales de 66 metros cuadrados, emplazadas en un mismo terreno, que cuentan con cocina-comedor, tres dormitorios y un baño cada una. Las soluciones habitacionales fueron entregadas mediante un contrato de comodato.