La burocracia lesiona los derechos de los vecinos de este sector del barrio San Lorenzo Sur. Desde hace tres años deambulan por las oficinas gubernamentales para acceder a un servicio básico como el gas.

Hace unos años cortaron la calle Godoy y consiguieron que los conectaran a la red de la energía eléctrica. “No queremos cortar de nuevo, molestar a todos los vecinos pero llevamos 11 años acá y siempre nos rebotan los papeles”, dijo una de las vecinas.

Al principio fue un asentamiento de familias extrajeras que llegaron a Neuquén en búsqueda de un futuro mejor pero pronto varió su composición y ahora se trata de familias neuquinas que construyeron sus viviendas. Están ubicados en las manzanas 47A y 47B entre Cayasta, Antártida Argentina y Pastor Pluis.

“Ahora regularizaron tomas que se armaron después que nosotros, pero se ve que hay que cortar para que te den una respuesta”, se queja una vecina que fue todos los días hasta la Municipalidad durante una semana sin conseguir que le den una respuesta por la obra de agua y cloacas.

La mayoría de las viviendas están conectadas clandestinamente a la cloaca y por ello se producen desbordes. Y tampoco tienen agua, salvo los que también se conectaron sin autorización a la red. “Acá no se puede perforar pozos porque la napa está a un metro, se viene el agua enseguida”, dice un vecino.

En su camino por conseguir una respuesta, el primer obstáculo es la mensura. “Desde antes de que muriera el Pechi (Horacio Quiroga, intendente) nos dicen que van a mensurar, pero nada”, se queja el vecino.

Sin la mensura del IPVU, desde Tierras Fiscales no regularizan los papeles para la plancheta catastral que les habilitaría el trámite en Camuzzi Gas del Sur. Mientras tanto, las familias pagan entre 7 mil y 11 mil pesos de energía eléctrica a Calf, porque así se calefaccionan.

La otra alternativa es conseguir una garrafa de gas, pero como se informó el sábado el camión garrafero no llega con muchas unidades cuando hace frío y tienen que hacer tres horas de fila para acceder.