Cientos de familias se reúnen cada día en distintos puntos del Oeste para conseguir hasta dos garrafas de 10 kilos por familia.
Las entrega el gobierno provincial y son gratuitas. Las pueden retirar aquellas familias que tienen un bono gasífero. La diferencia es abismal, la carga de la garrafa puede salir hasta 1500 pesos en una despensa, lo que implicaría 12 mil pesos por mes para dos garrafas semanales.
Igualmente el costo de una garrafa social es alto. Implica dejar de trabajar media jornada, hacer una fila que puede ser entre cuatro y cinco horas para esperar el camión. Y eso si llega, porque algunas veces no llega y toda la espera fue en vano.
En la fila de Cuenca XV había personas adultas mayores, la mayoría mujeres, y pequeños. Las garrafas se disponían en la vereda y la calle y cubría una cuadra, pero faltaban cuatro horas para la llegada del camión. “Cuando se acerca la hora son muchas personas”, aclaran las vecinas.
Ayer, en Toma 7 de Mayo, se cortó la avenida Casimiro Gómez porque el camión no llegó. “Se habían juntado unas 600 familias y llegó a Toma Norte con 180 garrafas, no alcanzó. Y a 7 de Mayo directamente no vino”, dijo uno de los vecinos.
Una de las ejecutora social del CTC de Cuenca XV, Desarrollo Social de provincia, Anabel Valdebenito, explicó que faltan envases “porque se van rompiendo y hay que cambiarlos”. Al mediodía llegó el camión y entregó 180 garrafas que cubrieron la demanda de este día.
Pero la realidad indica que falta gas o falta suministro de garrafas para la demanda de bonos de gas que se entregaron. Porque cada uno en la fila tiene su bono.
“En Toma Norte va los miércoles, pero nos agarraron dos feriados y no entregaron, entonces claro, se juntó mucha gente”, se explicó también.
¿Cuánto dura una garrafa de 10 kilos?
Las familias que lo utilizan para calefaccionarse aseguran que dura una semana pero si no queda prendido en la noche.
Cuando se utiliza para cocinar, entonces dura 3 días solamente. “Hay viviendas que no pueden tener estufa a leña, como en mi caso porque es durlock”, contó una vecina que hace 15 años que vive esta situación en la barrio Pehumayen.
El invierno llegó en mayo y la situación parece agravarse.