En la tarde de este jueves se reunió todo lo donado en el hospital Castro Rendón y se entregó a las vecinas del asentamiento Camisiro Gómez.
Las vecinas dispusieron de mesas en uno de los patios y allí abrieron las bolsas para distribuir las colaboraciones de forma inmediata.
Tal como había publicado El Oeste Neuquino, las calles estaban transitables pero las casillas de madera se filtraron y se mojaron los alimentos y los colchones.
Muchas familias decidieron poner los colchones en los techos de las precarias viviendas para que el sol secara la humedad y los pudieran utilizar.
Estas familias se encuentran en la zona denominada G13 y se han comprometido a retirarse a los lotes que la Municipalidad determine, cuando tengan servicios.
“La solidaridad es clave, esperamos que esto que traemos sea de ayuda”, dijeron desde el hospital y agradecieron “al personal de laboratorio, cocina, del Castro y de otros sectores, esto se generó con solidaridad”.
Y detallaron que fueron parte de la movilización denominada “autoconvocados de Salud” y por ello sostienen que “la clave es generar unidad, porque si no estamos organizados no se consigue, de arriba no se puede esperar nada, vamos a estar siempre que lo necesiten”.